GLORIAS GRANATES. CAPITULO 3: ANGEL MANUEL SILVA

10/14/2024

DATOS PRINCIPALES

Nombre completo: Angel Manuel Silva

Nacido 5 de marzo de 1942 en San Martin, Prov. Bs. As.

Delantero

Apodado “Manolo”

Fallecido 11 de marzo de 2003

SUS CLUBES

Lanus (1964-1969)

Newells Old Boys (1970-1973)

Banfield (1974)

Lanus (1975)

Según Wikipedia sumó 313 partidos y 87 goles en su carrera [1]

Según BDFA sumó 364 partidos y 115 goles contando sus goles en el ascenso con el granate. [2]

TRAYECTORIA

Formado en las Divisiones Inferiores de Chacarita Jrs., sin lugar en el primer equipo del funebrero, llegó a Lanús en 1964 donde debutó el 25 de abril de ese mismo año en el empate 0-0 frente a Quilmes.

Manolo Silva se convirtió en un extraordinario atacante, y en la figura de una de las delanteras más importantes de aquellas épocas conocida como “Los Albañiles” junto a Bernardo Acosta, así llamados por fabricar las mejores “paredes” que se recuerden. Manolo con el 9 y Acosta con el 10, aunque en realidad las funciones eran inversas: Silva creaba desde atrás, talento pleno, y también llegaba para definir; el paraguayo era un goleador impresionante, letal en el área rival. Jugaban de memoria. Tic, tac, tic, tac... Se cansaron de celebrar goles y de disfrutar como si fuesen chiquilines en un campito y no futbolistas profesionales. Minitti, Pando, Silva, Acosta y De Mario... Todavía en boca de algunos hinchas se recita de corrido aquella delantera que llenó de fiesta los domingos en la Fortaleza.

Sus hitos en el club con el que más se lo identifica son bien nítidos: el torneo de primera B de 1964, el segundo en la historia de Lanús, y la gran campaña en el Metropolitano de 1968.

Con justicia se ganó la convocatoria a la Selección Nacional en 7 partidos, convirtiendo 1 gol, en la histórica victoria obtenida en Belo Horizonte ante Brasil por 3 a 2.

Al finalizar el año 1970, y con 28 años de edad, Manolo fue vendido a Newell’s, equipo en el que formó junto a el “Mono” Obberti, una gloriosa delantera, tal vez la más importante hasta entonces en el equipo rosarino. En el 73’ comenzó a perder protagonismo y ello motivó que en 1974 fuera transferido a Banfield. Finalmente en 1975 volvió a Lanús que por entonces intentaba volver a la Primera División. Ese año será recordado como aquel en el que Manolo pese a ser la gran figura del granate (otra vez) con 35 partidos y 18 goles, debió ser infiltrado para poder jugar la final por el ascenso frente a San Telmo, en la que se perdió varios goles, y Lanús fue finalmente derrotado. Por estas cosas del fútbol, Manolo se fue de la cancha insultado por los suyos y en medio de esa tristeza se retiró a los 33 años.

Contaba el periodista Marcelo Calvente sobre aquella tarde triste: “Corría el año 1975. Aquella tarde, en cancha de Huracán, cuando todo estaba dado para ascender a primera, fui uno de los quince mil granates perplejos que vieron festejar a los quinientos hinchas de San Telmo presentes. Pero eso no fue lo peor. Lo que me partió el corazón fue ver desde cerca los despiadados insultos de muchos granates a Manolo Silva, mi ídolo de la infancia, aquel al que invariablemente solía jugar a ser. Manolo se había perdido varios goles cantados. Recuerdo su cara de dolor y de humillación, lo vi de cerca, pegado al alambrado, detrás del arco que da a la avenida Vélez Sarsfield. Lo vi sufrir ante cada situación desperdiciada y ante cada insulto recibido. Llorando lo vi llorar al finalizar el encuentro que ganó San Telmo por 1 a 0. Ángel Manuel Silva, que ese día jugó su último partido, se encaminaba a los vestuarios despedido de la peor manera, mientras aquel pibe que fui jugando a ser él dejaba atrás la niñez viéndolo retirarse vencido y reprobado por sus propios hinchas... Me encuentro de manera casual con José Luís Lodico, técnico del Fútbol Infantil y arquetipo del vecino-jugador-hincha, algo que ya casi no existe, un extracto perfecto de nuestra identidad futbolera y protagonista de aquel partido que marcó mi existencia hasta generar esta nota. Lodico sabe el fin de la historia: “Manolo llegó al vestuario llorando, decía que había sido su culpa. Todos sabíamos que no podía correr, lo infiltraron y lo mandaron a la cancha por lo que significaba su figura, sobre todo para los jugadores de los rivales más humildes. Pero no debió haber jugado, accedió porque todos, el técnico, los dirigentes y nosotros, sus compañeros, se lo pedimos por la importancia que tenía tanto para el equipo como para los rivales, que antes de los partidos le pedían sacarse una foto con él, y no se pudo negar. Fue terrible, se perdió goles hechos ¡Ni patear podía, pobre Manolo! Le quedó el sabor amargo de una despedida que no merecía, y como estaba convencido que había sido su culpa, estoy seguro que lo lamentó hasta su muerte”, me dice un nostálgico Pino Lodico aferrando la mano de su nieto, que pugna por escaparse.” [3]

En Lanús jugó 251 partidos y convirtió 95 goles según el siguiente detalle:

1964: 17 goles

1965: 2 goles

1966: 12 goles

1967: 16 goles (incluye Metro y Nacional)

1968: 6 goles (incluye Metro y Nacional)

1969: 12 goles (incluye Metro, Nacional y Copa Argentina)

1970: 12 goles (incluye Metro, Nacional y Copa Argentina)

1975: 18 goles

Referencias

[1] https://wikipedia.com

[2] https://bdfa.com.ar

[3] https://corazongranateweb.blogspot.com/2013/03/jugando-ser-manolo-silva.html